Se acerca esa época del año. Las luces parpadean, suena Michael Bublé en bucle y tu calendario empieza a llenarse de eventos que parecen sacados del mismo guion de siempre.
La llamamos la “temporada de fiestas”, pero seamos honestas: a menudo se siente como una gira de obligaciones.
Es una película donde, sin darnos cuenta, aceptamos un papel secundario. Somos “la hija que ayuda en la cocina”, “la compañera de trabajo que escucha al jefe”, “la amiga que sostiene el trago de la otra”. Estamos tan ocupadas asegurándonos de que todos los demás en la escena estén cómodos, que nos olvidamos de nuestro propio personaje.
Y nos vestimos para ese papel. Usamos el “vestuario de no-molestar”: ese vestido seguro, esos aretes discretos.
En elvita, creemos que ese guion es un aburrimiento. Y este año, te proponemos que lo reescribas.
Este es el Manifiesto de la Protagonista. La tesis es simple: Este fin de año, dejá de ser una extra en la película de los demás. Esta es tu película. Y la protagonista, querida, sos vos.
Y tu joyería… tu joyería no es un accesorio. Es el vestuario que le dice al mundo quién sos antes de que digas una sola palabra.
Antes de comprar un solo lazo o poner un pie en una fiesta, tenés que hacer la pre-producción. ¿Quién es tu personaje esta temporada? ¿Cuál es el género de tu película?
La “Main Character Energy” (Energía de Protagonista) no es arrogancia. Es autenticidad deliberada. Es elegir activamente cómo querés presentarte al mundo. Y tu “vestuario” de joyería es tu herramienta más poderosa para definir ese papel.
¿Qué película vas a protagonizar este diciembre?
Tu Personaje: La heredera misteriosa, la curadora de arte, la mujer que con una sola mirada puede detener una conversación. Sos clásica, pero con un filo peligroso.
Tu Vestuario de Joyas: Aquí reinan las perlas, pero no las de tu abuela. Hablamos de perlas barrocas, irregulares, combinadas con oro grueso. Un choker de perlas con un vestido de seda. Aretes de lágrima que rozan la clavícula. Tu joyería no grita; susurra “calidad” tan alto que ensordece.
Tu Personaje: La heroína que no necesita dobles de acción. Sos poderosa, directa y no estás aquí para pequeñeces.
Tu Vestuario de Joyas: Metal. Mucho metal. Cadenas gruesas tipo paperclip o eslabones cubanos. Un brazalete cuff ancho y escultórico que parece una pieza de armadura moderna. Anillos “statement” que ocupan espacio. Tu joyería es tuya, te la compraste vos y se nota.
Tu Personaje: La protagonista que enamora a todos sin esfuerzo. Sos luz, calidez y carisma. Tu energía es magnética.
Tu Vestuario de Joyas: Brillo delicado. El arte del layering (capas) es tu especialidad. Cadenas finísimas con pequeños dijes de diamantes (o zirconias brillantes) que atrapan la luz. Aros dorados pequeños y perfectos. Anillos apilables que tintinean suavemente. Tu joyería es un punto de luz, una sonrisa constante.
Tu Personaje: La artista, la música, la escritora. No seguís tendencias, las creás. Sos única y tu estilo es una extensión de tu alma.
Tu Vestuario de Joyas: Piezas asimétricas. Aretes que no coinciden (un stud en una oreja, uno largo en la otra). Un ear cuff atrevido combinado con argollas. Joyas con piedras naturales, sin pulir. Colores esmaltados. Tu joyero no se parece al de nadie más.
Ahora que tenés tu personaje, mirá tu joyero. Sé honesta. ¿Ese joyero refleja a la protagonista que querés ser? ¿O es un museo de papeles secundarios del pasado?
Tu joyero está lleno de “fantasmas”:
El Fantasma del Ex: Esos aretes que te regaló esa persona… ya sabés. Son bonitos, pero cada vez que te los ponés, estás dejando que un personaje de una secuela fallida dicte tu vestuario actual. A menos que sean diamantes espectaculares (en cuyo caso, reinventá la historia), es hora de donarlos.
El Fantasma de la Culpa: El collar que te regaló tu tía y que odiás. Te lo ponés una vez al año por obligación. Estás dejando que la culpa te vista. No.
El Fantasma del “Por Si Acaso”: Todas esas joyas baratas, de fantasía, que se pusieron verdes después de un uso. Están ocupando espacio y robándole el foco a las piezas que sí importan. Es ruido en el set.
El lema de elvita para tu joyero es este: Si no te hace sentir como la protagonista, es solo un estorbo.
La vida es muy corta para usar joyas aburridas. Y es imperdonable usar joyas que te traen malos recuerdos. Tu joyero debe ser tu arsenal de alegría, tu departamento de vestuario personal.
Ya tenés tu personaje y tu vestuario. Ahora, vamos a las escenas.
El Reto: Verte festiva, pero sin perder la autoridad.
El Papel Secundario: “La empleada gris”. Usa un collarcito tan fino que es invisible y se ríe de todos los chistes del jefe.
El Papel Protagónico: “La Jefa Encubierta”. Tu joyería es impecable. Aquí no buscás volumen, buscás calidad. Un reloj elegante junto a una pulsera fina de oro. Unos aros dorados de tamaño medio, perfectamente pulidos. Un ring stack (anillos apilados) que demuestre que te fijás en los detalles. Tu joyería dice: “Me tomo esto en serio, pero tengo un gusto increíble”.
El Reto: Sobrevivir a las preguntas de siempre. “¿Y el novio?”, “¿Y el trabajo?”, “¿Te estás comiendo todo eso?”.
El Papel Secundario: “La que se encoge”. Se pone un suéter navideño y reza para que la noche termine.
El Papel Protagónico: “La Heroína que Regresa”. Tu joyería es tu escudo. Te ponés esa pieza “statement” que te compraste vos misma. Un collar audaz. Unos aretes escultóricos. Tu joyería se convierte en el tema de conversación. Desvía las preguntas personales porque es una declaración de éxito. Dice: “Me va espectacular, gracias por preguntar. ¿Viste mis aretes?”.
El Reto: Brillar. Es la última noche del año. Es el gran final.
El Papel Secundario: “La que se vistió igual que todas”. Un vestido negro genérico y los mismos accesorios de siempre.
El Papel Protagónico: “La Estrella del Show”. Aquí no hay reglas. Este es tu momento “close-up”. Es la noche para el brillo máximo. Lentejuelas y diamantes (o zirconias espectaculares). Aretes chandelier que rozan tus hombros. Un choker que capture cada luz. No te vestís para la fiesta. Vos sos la fiesta.
Una gran película necesita presupuesto. Y el presupuesto para tu película personal de fin de año empieza en Black Friday.
Aquí está la verdad irreverente: Dejá de usar el Black Friday para comprarle regalos genéricos a gente que no te importa.
Ese “amigo secreto” de la oficina no necesita otra taza. Tu primo lejano no necesita esa corbata horrible con descuento.
El Black Friday no es para financiar los papeles secundarios de tu vida. El Black Friday es el presupuesto de producción para tu propio vestuario de protagonista.
El “auto-regalo” no es un capricho egoísta. Es una inversión esencial en tu personaje. Es adquirir esas “piezas heroicas” que tu joyero necesita. Es el momento de comprar ESE collar que llevás meses viendo, ESE par de argollas que sabés que vas a usar hasta el cansancio.
¿Y los regalos para los demás? Sé como una directora de cine inteligente: optimizá el presupuesto. Regalá cosas con significado pero menos costo (una botella de vino increíble, un libro bien pensado, tu tiempo). Y reservá el dinero de “producción” para el vestuario de la estrella. O sea, vos.
Esta temporada de fiestas no es un ensayo. Es la toma real.
Dejá de esperar a que alguien te “descubra”. Dejá de esperar a que te “den permiso” para brillar. Dejá de esperar a que alguien (finalmente) te regale esa joya que tanto querés.
Ese es el pensamiento de una actriz de reparto.
La protagonista va, elige su propio vestuario y se compra sus propias joyas. Porque sabe que ella es la inversión más importante.
Así que este fin de año, reescribí el guion. Elegí tu género. Y ponete esa joya que te haga sentir, sin lugar a dudas, que la película se trata de vos.
Porque, francamente, siempre se ha tratado de vos.
Ahora, andá a elegir tu vestuario. La escena te espera.
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